Muchos pueden pensar que vender una vivienda es tarea fácil, que basta con hacer unas cuantas fotos, poner el precio que uno le interese y publicitarlo de forma gratuita en cualquier portal inmobiliario, pero no es así. Detrás de cada venta hay muchísimo trabajo que no se ve, pero que es necesario para completar la operación.

Pero empecemos por el principio. El precio.

Es evidente que uno de los factores más importantes a tener en cuenta para tener éxito en la venta de un inmueble es el precio.

Lo primero que debemos de contemplar es que este precio no lo fija ni los propietarios ni las inmobiliarias sino que es el propio el mercado, y su ley de la oferta y la demanda.

Hay que tener en cuenta a la hora de marcar el precio de venta de un inmueble es que hay que ser imparcial. Se debe ser objetivo, y dejar de lado los sentimientos que podamos tener hacia el inmueble. 

Este paso es complicado de hacer por uno mismo, ya que cuesta ser imparcial y además no se acostumbran a tener las herramientas necesarias para conocer el precio óptimo de venta.

El precio real en el que se va a vender es el que marcará el mercado inmobiliario que vendrá dado por los siguientes parámetros: la demanda, la ubicación, el precio de m² de la zona, la conservación del inmueble y otras características de la construcción.

 Hay que pensar también, que los precios de la oferta que aparecen en internet, no acostumbran a ser los precios reales de las operaciones de compraventa, ya que en muchos casos, ambas partes negocian el precio hasta llegar a un acuerdo.

Por ese motivo, te aconsejamos que a la hora de fijar el precio de un inmueble consultes a un profesional inmobiliario.

Des de Jardipark Inmobiliaria ofrecemos un asesoramiento personal y gratuito para valorar tu inmueble. Ponemos a disposición de los propietarios todo nuestro equipo, nuestras herramientas y nuestra experiencia para realizar un estudio de mercado que permitirá fijar el precio del inmueble. Así pues podremos garantizar que la entrada en el mercado de tu inmueble sea al precio real de mercado, asegurando la venta, sin que ningún propietario reciba menos por su inmueble.